Stellantis: ¿la fábrica italiana de motores Fiat será desmantelada? "A partir de este verano, no quedará nada que producir".

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La advertencia es clara: la Termolisímbolo de la industria automovilística italiana durante décadas, está a punto de ser desmantelado. Sí, fue hace un mes, Stellantis se contentaba con el silencio o con vagas fórmulas, las últimas señales no dejan lugar a dudas. "A partir de junio o julio, ya no habrá nada que producir", advierten los sindicatos, entre la rabia muda y la resignación.

Un mes antes, un futuro ya incierto...

El mes pasado informamos sobre creciente preocupación por el emplazamiento Entre ellos, el descenso gradual de los volúmenes de motores de combustión, el fin del Nettuno V6 para Maserati y del GME para Alfa Romeo, y la escasa visibilidad sobre el futuro de los motores GSE 1.0L para el Fiat Panda y el 500 híbridos. En aquel momento, el proyecto de transformar la planta en una gigafactoría a través de ACC (Automotive Cells Company) parecía ya aparcado, debido a la falta de perspectivas sólidas en el mercado de los coches eléctricos.

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Hoy, el desmantelamiento está en marcha

Pero en los últimos días, las imágenes que nos llegan de Termoli son inequívocas: según los medios de comunicación italianos primonumero, camiones salen de la planta transportando las últimas cabinas eléctricas de la línea de cajas de cambios. Los empleados asisten impotentes al desmantelamiento físico de un futuro que se les había prometido. "Es una desinversión pieza a pieza", resume Gianluca Falcone, secretario de FIOM Molise.

El mensaje es contundente: la línea Fire está parada, los motores de 8 válvulas han cesado su producción y los de 16 llegarán a su fin este verano. ¿El motor GME? En vías de desaparición. ¿El V6? Demasiado caro, demasiado marginado. En cuanto a la producción de baterías, que debía encarnar la transición ecológica del sitio, simplemente ha desaparecido del radar.

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¿Es la Gigafactoría un espejismo político?

Promovida con gran entusiasmo por los políticos locales y nacionales, la gigafactoría de Termoli ya no es más que un recuerdo. El propio John Elkann admitió en una comparecencia parlamentaria que sería "muy difícil" construirla, alegando los excesivos costes energéticos. Entre bastidores, España se lleva la palma con 4.000 millones de euros de inversión y una asociación con la china CATL. Mientras tanto, los 370 millones de euros destinados por la región de Molise han sido retirados.

Un vacío estratégico total

Lo que viven los trabajadores de Termoli no es una reestructuración. Es una agonía silenciosa. Menos de 2.000 empleados hoy, frente a más de 3.500 en los días de gloria. Su futuro profesional pende de promesas incumplidas, sin plan industrial ni alternativa concreta. Y la famosa línea de producción eDCTanunciada como salvavidas, sólo debería afectar a unos 300 empleados... a partir de 2026. "Y hasta entonces, ¿qué hacemos?", se preguntan los sindicatos.

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La última esperanza reside en el futuro Fiat 500 híbrido, previsto para noviembre de 2025, y en la hibridación de motores V6 y GME de 4 cilindros para futuros modelos de Alfa Romeo y Maserati, pero por el momento no se ha anunciado nada oficial al respecto.


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