Alexandre
La planta italiana de Stellantis en Termoli, famosa por producir motores de combustión emblemáticos, se enfrenta a una transformación inesperada. Desde su inauguración en 1972, se ha especializado en la fabricación de motores como, actualmente, el FIRE, el 2.0 GME de 4 cilindros, el 2.9L V6 (y probablemente el 3.0L V6 Nettuno). La fábrica estaba destinada a convertirse en una gigafactoría de baterías según el plan Dare Forward 2030 de Stellantis. Pero la situación dio un giro sorprendente cuando, en el espacio de unos días, se paralizó el proyecto de la gigafactoría, seguido del lanzamiento del nuevo Fiat 500 híbrido.
Un futuro incierto para Termoli
En marzo de 2022, Stellantis anunció un ambicioso proyecto para transformar la planta de Termoli en una gigafactoría de baterías. El comunicado de prensa afirmaba que Stellantis, en colaboración con la empresa franco-alemana Automotive Cells Company (ACC) (de la que el Grupo es el principal accionista), tenía previsto construir un tercer centro de producción de baterías en Termoli. Con socios como Mercedes-Benz y TotalEnergies/Saft, ACC aspira a una capacidad de producción de al menos 120 gigavatios hora (GWh) para 2030.
Carlos Tavares, Director General de Stellantis, subrayó que la importancia de esta inversión para garantizar el futuro de la comunidad de Termoli. La transformación de la planta pretendía contribuir a un futuro más sostenible, posicionando a ACC como líder europeo en la producción de baterías y afirmando el papel de Italia en esta transición.
Un respiro inesperado para las gigafactorías
Sin embargo, a principios de junio, ACC ha anunciado la suspensión de la construcción de dos de sus gigafactoríasincluida Termoli. La empresa conjunta ha decidido suspender estos proyectos debido a la caída de la demanda de vehículos eléctricos en Europa y a los elevados costes de producción. Las plantas de Kaiserslautern (Alemania) y Termoli (Italia), cuyo inicio de producción estaba previsto para 2025 y 2026 respectivamente, han visto cuestionados sus calendarios.
Esta situación podría haber sido catastrófica para Termoli, que se encontró con una producción de motores de combustión interna en declive y una fábrica de baterías Giga cancelada. Sin embargo, ha surgido una nueva oportunidad con el lanzamiento del nuevo Fiat 500 híbrido.
El Fiat 500 híbrido salva el día
El nuevo Fiat 500 híbrido llega en el momento justo para salvar la planta de Termoli. La planta polaca FIAT Powertrain de Bielska, que produce motores Fire para el antiguo Fiat 500 desde 2007, cerrará a finales de 2024. El anuncio de que el nuevo Fiat 500 híbrido se fabricará en Italia, en la planta de Mirafiori, significa que los motores de combustión interna seguirán produciéndose en Termoli al menos hasta 2029.
Esta nueva dirección proporciona un bienvenido respiro para la planta de Termoli, garantizando los puestos de trabajo y la continuidad de la producción. Mientras Stellantis ajusta sus estrategias para responder a las fluctuaciones del mercado de vehículos eléctricos, la vuelta a la producción de motores híbridos para el Fiat 500 garantiza la estabilidad temporal y la continuidad de la planta italiana.
Si bien los planes para una gigafábrica de baterías están en suspenso, la producción de motores de combustión interna para este icónico modelo permite a Termoli mantener su actividad y seguir desempeñando un papel clave en la industria automovilística italiana. La pregunta es: ¿lo hará? Termoli no va a fabricar otros motores de combustión para otros modelos europeos del grupo en un momento en que el Puretech parecía convertirse en la solución predominante.
No olvidemos el Pandina, cuyos volúmenes serán sin duda muy superiores a los del 500 híbrido. Podemos suponer que sus motores también se producirán en Termoli, y no en Sudamérica como estaba previsto inicialmente?
Es muy posible. De hecho, todo es cuestión de tiempo. A finales de 2023, anunciaron el fin de la planta de motores en Polonia. En febrero de 2024 oímos hablar del Pandina. A finales de mayo, anuncian un nuevo 500 híbrido, y a principios de junio, se anuncia la paralización del proyecto de gigafactoría de baterías en Termoli. En el espacio de 6 meses, se han tomado muchas decisiones, creo, y puede haber otras sorpresas de aquí a final de año. Así que aunque no sea oficial, es probable que la Pandina tenga motores fabricados en Termoli.
Lo mejor sería sin duda confiar a Termoli el diseño y la fabricación de motores de combustión para el grupo en Europa, y dado el historial de la empresa francesa en términos de fiabilidad, parece una elección evidente. Además, tendría un efecto beneficioso para los fieles a Fiat y Alfa Romeo (y para los lectores de Italpassion), al igual que la producción de un Giulietta en Melfi...
Un comentario muy justo.
Toda la razón Fredo