Iba a ser el robo del siglo. Un YouTuber británico apasionado de los coches se ha hecho con un Lamborghini Revuelto siniestrado, valorado en más de 700.000 euros nuevo, por la "irrisoria" cifra de unos 260.000 euros. Un precio de derribo (como el coche), algo menos de la mitad de su valor original. Pero detrás de este aparente buen negocio... se escondía un lío electrónico insolvente.
Un supercoche accidentado y desfigurado
Cuando Mat Armstrong, conocido por sus vídeos de restauración de coches, descubrió este Revuelto, estaba irreconocible. El capó arrancado, el chasis delantero deformado, los sistemas de refrigeración y aceite destrozados... Era un campo de batalla. Y sin embargo, decidido y apasionado, se embarcó en un reto titánico: insuflar nueva vida a este Lamborghini con un motor híbrido V12.
Un nuevo reto para Mat: reparar un supercoche con motor híbrido
¿Y el problema? Era su primer híbrido. Y el Revuelto, con su complejo sistema que combina un motor V12 y tres motores eléctricos, no es precisamente el coche más fácil de reparar. Mat tuvo que volver a aprenderlo todo: sustituir el subchasis delantero, la suspensión, el sistema de refrigeración, los conductos de aceite, los radiadores... La titánica tarea movilizó a todo su equipo durante semanas enteras.
Poco a poco, el supercoche volvía a tomar forma. La carrocería volvía a ser agresiva. Todos los componentes parecían estar de nuevo en su sitio. La esperanza había renacido.
Por fin... imposible empezar
Pero justo cuando estaba a punto de llegar el esperado momento de la primera puesta en marcha, sobrevino la tragedia: no pasó nada. Silencio total. No hay rugido del motor, ni luces en el salpicadero.
Tras horas de pruebas y comprobaciones, surgió una pista preocupante: un dispositivo de seguridad vinculado al sistema de alta tensión se había activado tras el accidente, cortando toda posibilidad de rearranque. Y entonces todo se vuelve borroso. El error no puede corregirse, ni siquiera con ayuda profesional. Los sistemas electrónicos del Revuelto son tan complejos que, sin ayuda directa de Lamborghini, sería imposible eliminar el bloqueo.
¿Un Lamborghini que no puedes vender?
Hoy, el supercoche está inutilizable. A pesar de cientos de horas de trabajo y miles de euros invertidos, Mat acaba con un Revuelto... que no funciona. Peor aún: no hay forma de saber si podrá volver a arrancar. Para un modelo tan raro y sofisticado, el mero hecho de que haya sufrido un accidente y se haya bloqueado electrónicamente basta para hacerlo invendible.
Una cosa es segura: Mat Armstrong no va a olvidar ese Lamborghini Revuelto. Y lo que parecía el negocio del siglo podría convertirse en uno de sus mayores errores.
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