
El éxito comercial del Fiat Grande Panda no tardó en crear tensiones... en el lado de la producción. Dos meses después del inicio de los pedidos europeos, que registró 15.000 unidades en pocas semanas, la planta serbia de Kragujevac no da abasto. Por ello, Stellantis ha empezado a enviar trabajadores italianos para reforzar la plantilla.
Fuerte demanda, pero producción rezagada
La planta serbia de Kragujevac, gestionada conjuntamente por Stellantis y el Estado serbio, debía aumentar progresivamente la producción del Grande Panda, tanto en versión eléctrica como híbrida. Pero, en realidad, los índices de producción siguen estando muy lejos de los objetivos anunciados. La producción oscila actualmente entre 80 y 100 vehículos diarios, mientras que el grupo aspira a producir unos 500 vehículos al día.
Aparte de los retrasos logísticos y la escasez de componentes, sobre todo las cajas de cambios eDCT utilizadas para los híbridos, el verdadero problema es humano: a la fábrica le faltan más de 1.000 trabajadores para seguir funcionando a pleno rendimiento. A pesar de las intensas campañas de contratación en Serbia, la mano de obra local no es suficiente. Así que Stellantis decidió pasar a la acción... en Italia.
Trabajadores italianos enviados a Serbia
Inicialmente, Stellantis ofreció a los empleados de la fábrica Maserati de Módenaparcialmente cerrado, para trabajar temporalmente en Serbia. Una oferta no bien acogida por algunos funcionariosComo atestigua Luigi Cozzolino, trabajador desde hace 35 años, fue un "insulto" y una decisión tomada sin consultar al sindicato.
Pero los tiempos cambian y Stellantis ha ampliado su oferta a otros centros italianos, entre ellos Melfi, donde la producción también está en transición. Con unos volúmenes que caerán en 64 % en el primer trimestre de 2025, Melfi tiene mucha mano de obra disponible. Por ello, algunos empleados han acordado marcharse a Kragujevac, según información del sitio web de Milano Finanza.
Las condiciones propuestas: una comisión de servicio voluntaria de seis meses, posibilidad de regreso a Italia cada 45 días, alojamiento y manutención, y dietas de hasta 100 euros. Ya se han enviado las cartas de asignación.
Es urgente para Fiat
Se trata de un contexto estratégico para Fiat. El Grande Panda debería relanzar la marca en el mercado europeo. Pero sin una rápida aceleración, es probable que los plazos de entrega se alarguen peligrosamente. A finales de febrero, ya se calculaban seis meses de espera para cualquier nuevo pedido. Si no ocurre nada en el ámbito de la producción, este intervalo podría ser aún mayor, con el riesgo de frenar el entusiasmo inicial.