
¿Quién no ha soñado con tener una Ferrari con un motor V12 bajo el capó? ¿Y si te dijéramos que este sueño es ahora accesible por el precio de un coche premium bien equipado? Eso es exactamente lo que sugiere un reciente anuncio en el sitio de subastas Bring a Trailer, donde un Ferrari 456M GTA del año 2000 se vendió por... 55.000 dólares, unos 50.000 euros. ¿Es ésta una oportunidad de oro o demasiado buena para ser verdad?
Un GT italiano con encanto
El Ferrari 456M GTA quizás no sea la más conocida de las creaciones de Maranello, pero lo tiene todo para seducir a los amantes de los GT elegantes. Producida entre 1998 y 2003, esta versión "Modificata" del 456 cuenta con un majestuoso motor V12 atmosférico de 5,5 litros que desarrolla 436 CV. El resultado es un rendimiento impresionante en un entorno refinado diseñado por Pininfarina.
El modelo en cuestión, en un raro color Grigio Ingrid e interior crema, sólo tiene 48.000 km en el reloj y ha tenido dos propietarios en Estados Unidos. Con su caja de cambios automática de cuatro velocidades, sus llantas de 17 pulgadas y sus faros retráctiles, el estilo del coche es decididamente de la vieja escuela, pero sigue atrayendo miradas.
A ese precio, es difícil no caer en la tentación. Sobre todo si se recuerda que este Ferrari costaba más de 210.000 euros nuevo en su momento (unos 426.000 euros hoy, teniendo en cuenta la inflación). Sin embargo, tras esta aparente ganga se esconde una realidad mucho más brutal.

El verdadero precio de la pasión
Comprar un Ferrari por 50.000 euros es un poco como comprar una mansión destartalada: el precio de compra es sólo el principio. Y este 456M GTA es la ilustración perfecta. El vendedor ha tenido la transparencia de incluir facturas de mantenimiento, y son suficientes para desanimar los ánimos.
Una simple revisión a las 30.000 millas (unos 48.000 km) costó... 18.407 dólares. Sí, has leído bien. Esto incluía el trabajo en el motor y la suspensión trasera. Añade a eso otro viaje al taller por 8.169 $, sólo para un cambio de aceite, líquido de frenos y un amortiguador trasero. Y ni siquiera estamos hablando de una revisión del motor o piezas raras a sustituir.
¿Qué puede esperar si cae en la trampa?
A diferencia de un Toyota o un Fiat, un Ferrari no perdona: cada pieza, cada intervención, cada hora de trabajo es cara, muy cara. Y aunque el precio de entrada sea atractivo, el mantenimiento anual puede superar fácilmente un tercio del precio de compra. Por no hablar de encontrar un taller capaz de trabajar en un Ferrari V12 de 20 años.

Por supuesto, el 456M GTA sigue siendo un coche de pasión. Y para algunos, la magia de un Ferrari V12 atmosférico, las líneas atemporales de Pininfarina y el prestigio del Cavallino Rampante bien merecen algunos sacrificios.
Veredicto
Sí, ya es posible hacerse con un Ferrari V12 por 50.000 euros. Y no, no es una estafa. Pero no se deje engañar: la verdadera trampa no está en el precio de etiqueta, sino en las facturas que lo acompañan. El 456M GTA es una joya rara, pero te recordará en cada servicio que la nobleza tiene un coste.
Quien compra un Ferrari, sabe lo que cuesta repararlo.
Und wer's nicht weiss, selber schuld