
Tras más de una década en el capullo ultraorganizado de Mercedes, Lewis Hamilton está descubriendo poco a poco lo que significa realmente ser piloto. Ferrari. Y el choque cultural está a la altura del prestigio del Scuderia.
"Es el mejor equipo de la historia de la Fórmula 1. Es tan especial, se han escrito tantas historias y tanta gente tiene sus opiniones", declaró el siete veces campeón del mundo el jueves en la rueda de prensa previa al Gran Premio de Arabia Saudí en Yeda.
Pero si la historia es genial, la adaptación no lo es menos. El propio Hamilton admite que aún no se siente totalmente a gusto con el SF-25. Y no es sólo una cuestión de conducción. "No se puede trabajar en equipo y cambiarlo todo de la noche a la mañana", afirma. "Dedicamos tiempo a conocernos. Hacemos juntos ajustes a corto plazo, nos quedamos con lo que funciona mejor y seguimos invirtiendo en las áreas en las que queremos ser más fuertes. Algunas cosas llevan poco tiempo, otras mucho más. Hay mucho que gestionar en este equipo.
La presión sin rival de Ferrari
Más allá de los aspectos técnicos, es sobre todo el entorno único de Ferrari lo que molesta a Hamilton. La exposición mediática es constante, y cada palabra y cada gesto se convierten en objeto de análisis. "Aquí hay mucha más presión, y estás en el punto de mira mucho más que en cualquier otro sitio", admitió el británico. "Aquí todo el mundo pone el corazón. Es una montaña rusa: pasamos juntos por los altibajos. Pero no tengo ninguna duda de que alcanzaremos nuestros objetivos. Sólo hace falta tiempo".
Ferrari quiere recuperarse en Jeddah
Este fin de semana en Jeddah concluye una serie de tres carreras en tres semanas para la Scuderia. Y tras un inicio de temporada dominado por McLaren, que ganó tres de las cuatro primeras carreras, Ferrari espera dar la sorpresa. Cambios introducidos en Bahréin debería tener un mayor impacto en el circuito rápido y fluido de Arabia Saudí.
El propio Charles Leclerc ha insinuado que los progresos serán visibles. El objetivo es claro: recortar distancias con McLaren y empezar a reafirmar las ambiciones de la Roja en una temporada que aún está muy abierta.