
Pruebas de pretemporada de Fórmula 1 en Bahréin fueron una rica fuente de información para el Scuderia Ferraripero también con algunas sorpresas para Charles Leclerc. El nuevo Ferrari SF-25, aunque prometedor en muchos aspectos, se comportó de forma inesperada, lo que molestó al piloto monegasco. Aunque el rendimiento general del SF-25 muestra signos de mejora, uno de los puntos fuertes del SF-24 parece haber sido borrado por este nuevo coche: el tacto de frenado.
El Ferrari SF-25 está equipado con un nuevo sistema de suspensión pull-rod, un cambio importante en la arquitectura del monoplaza. El objetivo de este sistema es facilitar la gestión aerodinámica y crear ventajas en términos de rendimiento global del coche. Sin embargo, parece haber traído consigo algunas sensaciones nuevas, lejos de ser ideales para Charles Leclerc.
Durante las pruebas, Leclerc se apresuró a señalar sus dificultades. El nuevo sistema ha alterado el comportamiento del coche, sobre todo a la hora de frenar. Charles cree que ha perdido parte de la ventaja que tenía el año pasado en este aspecto. Esta inusual sensación de frenado ha afectado a su eficacia, un área en la que siempre ha destacado. La falta de confianza en este aspecto fue una sorpresa desagradable, sobre todo teniendo en cuenta la importancia de la frenada en su estilo de conducción.
No sólo Charles Leclerc tuvo problemas para adaptarse al nuevo SF-25. Incluso Lewis Hamiltonrecién llegado a Ferrari, experimentó dificultades similares con el nuevo sistema de suspensión. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones definitivas sobre el comportamiento del SF-25, parece que esta evolución es más compleja de lo esperado, poniendo de manifiesto un aspecto poco visible del nuevo monoplaza: un desequilibrio entre la parte delantera y trasera del coche, sobre todo en las fases de frenada en curvas técnicas.
Para compensar este problema, Ferrari realizó algunos ajustes en el coche. Pero a pesar de estos ajustes, el SF-25 sigue siendo difícil de controlar. Esto se debe al impacto del sistema pull-rod que, a pesar de sus ventajas aerodinámicas, hace que la gestión del equilibrio del coche sea aún más complicada, especialmente cuando se trata del rendimiento con diferentes cargas de combustible.
La información recopilada durante estas pruebas se utilizará para actualizar el simulador de Ferrari, con información real de los circuitos, lo que reducirá el margen de error en futuras simulaciones. Este trabajo es esencial para ajustar el SF-25 a las condiciones reales de carrera. De hecho, Ferrari también ha probado configuraciones específicas para el Gran Premio de Australia, donde se espera que el SF-25 rinda mejor, lo que podría permitir a Charles Leclerc redescubrir un mejor feeling, especialmente en las frenadas.